martes, 7 de febrero de 2012

Un cementerio, rodeado de historias y leyendas

En Recoleta existen hechos reales, junto con aquellos otros que es necesario buscarlos en los recuerdos de los antiguos cuidadores del cementerio. En esta miscelánea va todo mezclado: lo que vi y lo que me contaron, lo real y lo no comprobable. Es decir, la historia y la leyenda.


Facundo Quiroga


Bóveda de Facundo Quiroga

El ornamento o velo filigranado en mármol que ornaba la cabeza de la dolorosa de la tumba de Quiroga, obra de arte del escultor italianao Tantardini, fue roto la vez que, con sogas y caballos, se quiso destriur esa obra de arte. Actualmente está restaurado. Su placa primitiva fue robada. La repuso la Municipalidad, pero en una tumba anónima.
Facundo Quiroga tuvo otros inconvenientes con su tumba, quien estuvo sin nombre por varios años. El motivo de este "anonimato" es el siguiente:
Cuando se construyó su tumba en marzo de 1877, tenía una inscripción grabada en el mármol que decía "Aquí yace el General Juan Facundo Quiroga. Luchó toda su vida por la organización Federal de la República, la Historia imparcial, pero severa, le hará la justicia que se merece alguna vez". 
Coincide con este entierro de Quiroga casi con otra fecha, el 14 de marzo, cuando muere Juan Manuel de Rosas. En abril se celebra en la Catedral una misa por las víctimas de Rosas, cuyos asistentes se dirigen luego en tumultosa y agresiva manifestación a Recoleta, para arrancar de la tumba de Quiroga la polemizada inscripción. Cuando llegaron no la encontraron, pues los amigos de Facundo la habían hecho desaparecer, para evitar la destrucción de la tumba. Desde entonces fue la tumba sin nombre.
Recién en 1935 los residentes riojanos ponen la placa que dice "FACUNDO, libre por propensión y por principios. 1835- 13 de febrero de 1935."

Placa de la Bóveda

Pero siguieron apareciendo nuevas cosas tras la muerte de Quiroga, entre aquellas curiosidades encontramos un testamento insólito.
Cuando es asesinado en Santos Pérez, en Barranca de Yaco, se encuentra entre sus papeles su testamento, que dice: "...quiero que me entierren de pie, sin ataúd". Y nombra a un sobrino suyo, para que cumpla su voluntad. Su deseo testamentario se cumple, Facundo está enterrado de pie. Su cadáver embalsamado se traslada a Recoleta en marzo de 1877. Una imitación de la dolorosa de Tantardini corona la bóveda de Juan Anchorena

1 comentario:

  1. Genial la historia, yo escuche en algún momento la de la joven que en su tumba tiene una escultura suya acompañada del perro (creo que esta a la entrada) pero no la recuerdo bien, espero la cuentes... saludos desde Habitantesdebsas.com.ar

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